Yo siempre adoré a los Ositos Cariñosos. Y cuando tenía 9 años para Navidad , llegó Osito de la Alegría.
Estaba tan feliz que no me despegaba de él ni un minuto.
Como me gustaba jugar a la maestra, le armé  una mochila,  con libros, útiles y con cuadernos lleno de tareas. Por supuesto era el mejor alumno.
Cada vez que lo miro recuerdo el día que le dije que de grande iba a ser maestra para enseñar como le enseñaba a él. Y efectivamente,así fue.
Podríamos decir entonces, que Osito fue mi primer alumno. 

Mariana Da Col

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