Ella es Manuela, mi muñeca de trapo. Tiene
15 años. Me la obsequió una de mis hermanas el día que hice la primera
comunión. Desde entonces se convirtió en mi compañera de infancia. Dormí con
ella por mucho tiempo. Le hice vestidos y cada ocho días, sagradamente, le
cambiaba su ropa. Hoy en día, un poco sucia, continúa en mi habitación sobre la
cama.
Lina Castañeda Macias